La conducción peronista quiere más diálogo con el gobernador. Pichetto planteó la necesidad de una lealtad recíproca para fortalecer el FpV.
"La lealtad es un camino de ida y de vuelta".
La frase del senador Miguel Pichetto sintetiza la postura que asumirá en lo inmediato el peronismo rionegrino ante el Frente Grande y el gobernador, Alberto Weretilneck.
El presidente del PJ lideró ayer en Roca una reunión del Consejo Partidario, que terminó con una manifestación de apoyo al mandatario provincial pero que en varios pasajes demostró que algunas de sus actitudes incomodan al justicialismo.
"No tiene que dialogar con tipos que han sido artífices del fracaso estrambótico que vivió la provincia", dijo Pichetto ante los consejeros que se reunieron en el casino de la Colonia Penal. La referencia no fue explícita, pero todos entendieron que se refería a los fluidos contactos con dirigentes radicales -como el ex legislador Daniel Sartor- que se le atribuyen a Weretilneck en ámbitos peronistas.
Anticipándose a las interpretaciones sobre su mensaje, el senador fue tajante al afirmar "no estoy pensando en el 2015" porque "si a él (Weretilneck) le va mal, nos va mal a todos".
A partir de allí desarrolló la idea de iniciar una etapa de continuo diálogo con el gobernador, "afianzando la herramienta del Frente para la Victoria".
Más tarde otros dirigentes precisaron que la intención es conformar una "mesa chica", que analice el rumbo del gobierno en forma periódica.
"Quiero que le vaya bien. Nuestra mirada es de aporte, no de destrucción", insistió el presidente del PJ rionegrino antes de afirmar que nadie debe tener miedo a los cambios en el gabinete "porque somos hombres de la política". No obstante, aclaró que ante algún desplazamiento "discrecional" se buscará conocer las razones.
Antes de la reunión del Consejo y delante de micrófonos, Pichetto había asegurado que "el peronismo está unido y muy responsable". Por eso dijo que si bien siempre hay cosas para mejorar, "lo vamos a hacer con prudencia, sin altisonancia".
Otro dato destacado de la actividad del peronismo ayer en Roca fue el respaldo a la gestión de Omar Goye en Bariloche. Hacia ese escenario apuntó principalmente el pedido de lealtad recíproca para el Frente Grande. La conducción del PJ entiende que muchas trabas para la gestión municipal aparecen impulsadas desde el partido del gobernador.
La primera reunión partidaria de ayer se realizó en el Concejo Deliberante de Roca, convocada por la Liga de Intendentes, para abordar dos temáticas concretas: fruticultura y minería.
Luego de exposiciones del ministro de Producción, Juan Manuel Pichetto, y de los secretarios de Fruticultura y Minería, Oscar Rolo y Gustavo Ferreyra, la conclusión se orientó hacia la necesidad de unificar el discurso y contrarrestar las críticas con datos concretos.
"En 28 años nunca hubo semejante inversión en materia de fruticultura. Somos nosotros los que tenemos que respaldar a nuestro gobierno", dijo en el cierre el presidente de la Liga, Martín Soria.
En ambos encuentros hubo otra visión crítica que se hizo notar por parte de los jefes comunales. Varios hicieron saber que tienen muchas dificultades para avanzar en gestiones ante el gobierno provincial, porque muchos funcionarios sólo están en Viedma de martes a jueves.
Fuente: Diario Río Negro
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