Pasan los días, los meses, los años y el problema de un Estado contemplativo y sobredimensionado de empleados públicos sigue sin poder resolverse de manera definitiva y los gobiernos que se sucedieron desde la democracia, poco (o nada) hicieron para cambiarle la historia a una provincia dependiente históricamente de los humores de los gobernantes de turno en el país.
Los 10 años de presidencia Menem fueron absolutamente desperdiciados por quienes condujeron los destinos riojanos, porque no pudieron o no quisieron producir la verdadera y necesaria transformación. Los miles de millones de pesos (equiparados con el dólar) que llegaron a la provincia en esa época, se esfumaron como por arte de magia y lo único que creció fueron la grilla salarial de empleados estatales y los bolsillos de los gobernantes que se transformaron en los nuevos ricos de La Rioja y que hoy todavía gozan de las mieles de ese poder, a expensas de un pueblo que vivía en una burbuja de fantasía como fue la convertibilidad.
El ficticio auge de un parque industrial pujante y consolidado, se desmoronó ni bien comenzaron a caer los beneficios promocionales, por la incapacidad de gestión y de empresas serias que vieran la provincia como un verdadero destino de inversión. Son honrosas las excepciones de firmas que hoy están en condiciones de quedarse y apostar por el parque industrial, sin tener que vivir siempre de beneficios promocionales, que son herramientas de incentivo, pero que no deben adoptarse como medidas in eternum.
La continuidad de los beneficios que solicitan tanto los industriales, gremios y gobierno sigue dilatándose a pesar de las constantes promesas de autoridades nacionales, desde la Presidenta para abajo. Mientras la famosa prórroga decretada por la Nación espera su reglamentación, hoy la preocupación principal es la audiencia en la Corte Suprema de Justicia del próximo 28 de junio que será clave para resolver el reclamo por 1000 millones de pesos en concepto de actualización de bonos por parte de las empresas promocionadas.
Un fallo adverso sería el punto final para muchas de estas empresas radicadas que se verían imposibilitadas en afrontar semejantes erogaciones. Quizá avizorando un horizonte sombrío, el Gobernador dejó entrever en un discurso donde defendió el rol de las SAPEM, que no hay otra forma de desarrollo, “ya probamos que trayendo diferimientos o promociones, le sale fortunas al Estado”.
Otro síntoma fue que durante la visita –a mediados de la semana que pasó- de la ministra de Industria de la Nación, Débora Giorgi, muy poco se habló del tema promoción y cuando los periodistas trataron de indagar, la rueda de prensa se dio por finalizada. Sólo en un fugaz encuentro con gremios de la CGT, la funcionaria se limitó a pedir tranquilidad porque no habrá despidos en el sector.
La apuesta para salir de esta encrucijada es sin dudas la implementación de las Sociedades Anónimas con Participación Estatal Mayoritaria (SAPEM), convertidas en la nave insignia del gobierno de Beder Herrera, que junto a la explotación minera responsable y sustentable deberían darle lugar al verdadero progreso y despegue económico de la provincia.
Una de estas empresas es el Parque Eólico Arauco que se encuentra en la segunda etapa e incluye la instalación de 12 molinos de viento que se sumarán a los 12 existentes. La presencia de la ministra Giorgi en el lugar donde además se firmaron diversos acuerdos para desarrollar la producción de energía eólica en el país con empresas públicas y privadas, que permitirán la construcción de torres para grandes molinos, turbinas y un aerogenerador nacional.
La trascendencia que se le está dando a este tipo de organizaciones empresariales desde la Nación, le otorga el plus suficiente para que Beder Herrera rechace de manera contundente todas las críticas que desde sectores políticos interesados, lanzaron en contra de las SAPEM.
Para evitar que esas críticas se propaguen, el mandatario provincial lanzó un fuerte mensaje de advertencia para quienes están al frente de las SAPEM, que deben cuidar el manejo de los recursos del Estado, de lo contrario no se les perdonará un malgasto. La exhortación es clave para mantener la credibilidad en estas empresas, de las que poco conoce la gente, pero que en la mayoría de los casos está generando una revolución en el orden productivo. Tal como se dijo en su momento desde esta columna, el control irrestricto de los órganos respectivos, sumado a la correcta elección de los rubros para que no exista competencia desleal con el sector privado, serán fundamentales para asegurar su permanencia en el tiempo y su autonomía, luego del impulso primigenio del Estado.
Y hablando de fuertes apariciones, el intendente Ricardo Quintela, sigue demostrando que se encuentra fuera de su eje y peleando una vez más con su sombra. Esta vez eligió apuntarle a lo que él llama como “las corporaciones” que lo acorralan y atacan sin piedad. Específicamente señaló a la Justicia y los medios de prensa, que si no le fallan a su favor o no le dicen bonito y ojos celestes, pertenecen a las “corpo”.
Sin un motivo concreto por pelear, pues ya presentó su proyecto de coparticipación que los diputados se encargarán de estudiar y buscar los consensos, tal como estipula la carta magna, Quintela busca enemigos en todas partes y los consigue. Así se encuentra solo, rodeado de sus acólitos que lo mal aconsejan y que lo llevan a un camino sin retorno. Sus desaveniencias con Beder Herrera aparentan ser terminantes y para nada parece preocuparle al famatinense que solo emite una mueca cuando se lo nombran al “Gitano”.
Así sigue sumando enemigos, pues a los jueces y medios, le suma los comerciantes por la injusta tasa de seguridad e higiene, la gente que observa una ciudad derruida y a la vez molesta por cada protesta municipal, disfrazada por el gremio SOEM en una lucha sin sustento real. También sus pares de los 16 departamentos y diputados que no admiten la soberbia de creer que por tratarse de la Capital, se llevará a todo el resto por delante.
Este aislamiento lo lleva a Quintela a evadir respuestas y enojarse con quienes los critican, sin esclarecer puntos clave de su gestión municipal, lo que más temprano que tarde tendrá sus consecuencias. El futuro del Tribunal de Cuentas Municipal pende de un hilo, mucho más cuando se supo de la millonaria inversión en un terreno con una casona antigua y la falta de respeto a los procedimientos de la compra, que dejó más dudas que certezas. Si no hay nada que ocultar y la transparencia es su bandera, los diputados suponen que no tendrá problemas en admitir que el Tribunal de Cuentas de la Provincia, controle los gastos de la comuna.
Como no gana para sustos, la semana lo tendrá nuevamente en el tapete, pero esta vez por la embestida del diputado radical capitalino Guillermo Galván, que promete ir a fondo para que se investigue el presunto desvío de dineros que se descontaban a dos mil PIL en concepto de aportes y obra social, que durante siete meses nadie sabe dónde fueron a parar.
Galván no perdonará que el quintelismo se haya inmiscuido en la interna radical en beneficio del candidato de Julio Martínez y sabe que esta es su oportunidad de tomar revancha como oposición. Previo a lanzar su propio espacio partidario, quiere saber si en las denuncias que realizará, el diputado nacional radical lo acompañará, como hace con todos los sectores que tienen algo para denunciar.
Queda en evidencia que estas peleas y disputas muchas veces interesadas y sin sentido, hacen perder de vista lo realmente importante que es el futuro de la provincia. Ninguno de quienes pelean por repartirse una torta de dinero que no está asegurada desde la Nación, explican como harían crecer a La Rioja si esos fondos dejaran de llegar con la fluidez actual. Es más fácil la diatriba, la crítica destructiva, pelear por el poder de un sillón y denigrar a quienes no piensan igual. Es momento de pensar con grandeza y con visión de futuro para todos los riojanos.
Fuente: El Independiente
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