Viernes 09 de Mayo de 2025
5 de Junio de 2012 - Córdoba

Córdoba-Cómo es enfrentarse a la falta de accesibilidad en edificios

Federico Giraudo tiene 29 años y constantemente se encuentra con obstáculos al desplazarse. Video de un recorrido por edificios.

Federico Giraudo tiene 29 años. Se moviliza en silla de ruedas y constantemente debe enfrentar los obstáculos al desplazarse.
En la calle encuentra que las esquinas no tienen rampas o están mal hechas. A la hora de elegir su casa, también tuvo que hacer frente a la casi nula accesibilidad. Sus padres lograron que en su edificio construyeran una rampa, aunque tiene algunos defectos ya que es demasiado empinada.
La Voz acompañó a Federico en un recorrido por edificios donde quedaron expuestos los problemas de accesibilidad.
Relevamiento. La Voz publicó ayer que de un relevamiento realizado en más de un centenar de nuevos edificios construidos en los barrios Nueva Córdoba y General Paz, sólo el 27 por ciento tiene ingresos accesibles.
.
"La sociedad no ayuda a hacerte todo más llevadero"
Federico Giraudo tiene 29 años, es villamariense, pero vive en Nueva Córdoba hace siete años. Se moviliza en silla de ruedas.

Constantemente debe enfrentar los obstáculos al desplazarse.
En la calle encuentra que las esquinas no tienen rampas o están mal hechas, pensadas “sólo para cumplir” con la ordenanza y no en su verdadera utilidad. O hay casos, como los del cantero central de Chacabuco, en la que los vados no están a la altura de la senda peatonal, por lo que terminan obstruidos por vehículos.
Otra de las situaciones que pasan muy seguido es que los automovilistas estacionan sobre las rampas. Entonces, Federico termina eligiendo la calle para desplazarse.
A la hora de elegir su casa, también tuvo que hacer frente a la casi nula accesibilidad. Sus padres lograron que en su edificio construyeran una rampa, aunque tiene algunos defectos ya que es demasiado empinada.
Pero luego de atravesar la rampa, debe maniobrar intensamente para abrir la puerta, y después de eso, enfrentar el ascensor, en el que cada vez que cierra la puerta golpea sus rodillas. “Tengo la suerte de que en el departamento me puedo manejar, pero ni en la cocina ni en el baño puedo girar. Las puertas internas son de 70 centímetros, una silla convencional no puede circular”, comenta.
Pese a que es un poco más accesible que otros edificios, los amigos de Federico que usan sillas de rueda nunca lo pudieron visitar porque se les hace imposible sortear el ascensor.
Ahora, el joven está buscando mudarse ya que está cansado de los obstáculos de Nueva Córdoba. “En mi cuadra no hay lugares reservados para discapacitados, y los que hay cerca son ocupados por otras personas. Me quería alejar de Nueva Córdoba, pero por ejemplo en General Paz nadie respeta las rampas, los autos estacionan en esos lugares, y los edificios nuevos no las construyen”, afirma.
“Es muy frustrante la inaccesibilidad porque no vivís una vida digna. Encima de que cargás con una discapacidad, la sociedad no te ayuda a que sea más llevadera”, finaliza.
.
3 de cada 4 nuevos edificios no tienen ingresos accesibles
Son obras en los barrios General Paz y Nueva Córdoba. Carecen de rampas de acceso o están mal construidas. Además, hay sólo un cuarto de esquinas con vados.
La accesibilidad sigue siendo una materia pendiente en la ciudad de Córdoba. De un relevamiento realizado en más de un centenar de nuevos edificios construidos en los barrios Nueva Córdoba y General Paz, sólo el 27 por ciento tiene ingresos accesibles.
Del resto, el 54 por ciento no posee rampas y en el 19 por ciento restante están mal hechas, con pendiente excesiva o construidas en material deslizante (ver galería de imágenes).
El relevamiento lo realizó la arquitecta Cecilia Bittar, especialista en accesibilidad.
“El primer punto es la falta de un ingreso a nivel o con rampa. Es obligatorio, según la ley nacional 24.314 más la ley provincial de adhesión y el Código de edificación de Córdoba, que establece que todo el espacio de uso público tiene que permitir el acceso”, explicó Bittar.
Este diario acompañó a la arquitecta en una recorrida por Nueva Córdoba y General Paz y pudo observar que en gran parte de los edificios las rampas no existían, y en otros su uso significaba un riesgo mayor que los escalones.
“Los accesos tienen que ser a nivel, con rampa o con un medio mecánico. Y estos edificios, al no respetar el código, no deberían obtener el final de obra”, subraya Bittar.
La arquitecta explicó que las obras se controlan en dos oportunidades: cuando está a la altura de capa aisladora y cuando se termina la estructura. Cuando termina la construcción, hay que ir al edificio y controlarlo completo, y allí se debería ver la accesibilidad.
Casi tan grave como la ausencia de rampas, son las que están mal construidas. La inclinación de la rampa debe ser de un máximo de 10 grados, deben estar hechas de material antideslizante y no poseer caídas libres a sus lados.
Bittar agregó que el acceso no sólo se logra con las rampas: La altura del portero debe permitir que alguien sentado lo alcance; el peso de la puerta debe permitir que se pueda abrir con poca fuerza, el tamaño del ascensor debe ser suficiente para la silla y la botonera debe ser alcanzable y en braille.
Vados es esquinas. La arquitecta Bittar subrayó que el Código de Edificación también obliga a construir las rampas en las esquinas, pero según su relevamiento, apenas en el 26 por ciento de los casos se logró correctamente. Del resto de las esquinas de General Paz y Nueva Córdoba con construcciones nuevas, una mitad no las posee y en el resto están mal resueltas; es decir, que tienen mal hechas las pendientes, no son antideslizantes o poseen rebordes en el asfalto.
Para Bittar, barrio General Paz tiene una oportunidad única para trabajar en la accesibilidad, ya que se está densificando y se está dotando de infraestructura. “La Municipalidad no debería permitir que se dejaran tapas de servicios en las esquinas. “Acá está todo listo para trabajar la accesibilidad. Si la Municipalidad controlara lo que va por debajo de la vereda (infraestructura) y si controlara a cada edificio nuevo, ya tendrías las rampas”, subrayó.
Desconocimiento. “Hay un desconocimiento general de arquitectos, ingenieros, maestros mayores de obras y albañiles. Y a veces se cree que haciendo una rampa a 45 grados está el tema resuelto, cuando en realidad están produciendo más inconvenientes”, opinó la arquitecta Marisa Vitabitale, miembro del Colegio de Arquitectos, especialista en accesibilidad. Dice que su mirada sobre el tema cambió cuando tiempo después de recibirse tuvo un accidente de tránsito, y lo empezó a vivir en carne propia.
“Por eso planteo esta temática en la Universidad, porque los colegas no tienen conceptos básicos como el de diseño universal, que garantice el acceso a todas las personas más allá de su condición física”, destacó Vitabitale.
En ese sentido, aclara que la accesibilidad dota de seguridad no sólo a personas con movilidad reducida, sino a todos. 
“Por ejemplo, si alguien viene de viaje con valijas, los escalones son un obstáculo”, detalló.
Finalmente, sostuvo que el Código de Edificación de Córdoba está muy atrasado, ya que habla por ejemplo de “rampas para discapacitados”, lo que supone una discriminación ya que en realidad son para todos.
.
Fuente: La Voz del Interior

Ingresar Comentario

La Rioja Municipal - La Rioja - Argentina

Diseño y hosting: Luis Vilte