A más de 10 años de la peor crisis que atravesó el país, todavía 2001 sirve como mojón para establecer el punto de partida, no sólo de mejores indicadores económicos que en un década arrojaron números más que positivos -aunque en la actualidad están comenzando a moderarse-sino de procesos sociopolíticos que modificaron para siempre la relación entre el Estado y el ciudadano.
El estallido de la fallida década del 90 puso a la vista de todos la feroz destrucción del entramado social y potenció la ruptura de los lazos de los argentinos con su clase política y despertó a muchos a la aventura de la participación ciudadana. Así surgieron las asambleas populares como una muestra de la democracia directa y fiel reflejo de las ansias de modificar el propio entorno.
En ese contexto, el socialismo, de la mano de Hermes Binner, intendente de Rosario, decidió aplicar una experiencia por entonces inédita en el país como el Presupuesto Participativo (PP), proceso mediante el cual son los propios vecinos quienes pueden elegir de forma directa la realización de obras de infraestructura o servicios para satisfacer la necesidades de sus barrios, disponiendo para ello de un porcentaje de los fondos municipales. A dos lustros de esta primera iniciativa aplicada con la intención de devolverle la democracia a los vecinos, ya son casi 11,5 millones los ciudadanos que en sus municipios cuentan con esta herramienta de participación directa.
Fundamentos
Importado desde Brasil, en donde fue aplicado por primera vez en la ciudad de Porto Alegre en 1989 por el intendente Olivio Dutra dirigente del Partido de los Trabajadores (PT), el PP es una experiencia de probado éxito por su impacto positivo no sólo en la vida cotidiana de las personas sino también en intangibles como lo es la construcción de ciudadanía. Al respecto, Pablo Caruso, responsable del Programa de Presupuesto Participativo dependiente de la Secretaría de Relaciones Parlamentarias de la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación, sostuvo en diálogo con Ámbito Municipal que "los objetivos principales del PP son profundizar la democracia y enriquecerla incorporando los mecanismos de la democracia directa entre ellos el PP. Entendemos que aún falta mucho para resolver las cuestiones de pobreza y desigualdad, y este método tiene como virtud colaborar a la construcción de sociedades con mayores niveles de justicia distributiva y de igualdad".
El mecanismo con el cual funciona el PP, implica en sí mismo un proceso que refuerza la participación ciudadana y el vínculo entre los vecinos y los funcionarios, en un eje bidireccional porque genera compromiso y responsabilidad en ambas partes. Aunque puede haber diferencias en cada experiencia, dependiendo de la forma en que se aplica en cada municipio, el PP tiene un formato básico. En primer lugar se realizan asambleas barriales en las que los vecinos debaten sobre las obras a realizar, luego cada área del Gobierno municipal analiza la viabilidad y elabora los proyectos los que son presentados luego para que los ciudadanos puedan hacer observaciones. Más tarde, se realiza una votación para elegir los proyectos que se llevarán adelante, cuya ejecución es supervisada por una comisión de seguimiento. En definitiva, con esta propuesta, los gobiernos locales, que se han convertido en la primera ventanilla de reclamos y demandas, tienen un diagnóstico de primera mano sobre las necesidades de los vecinos.
Números
En la actualidad, de las 1.150 municipalidades que hay en el país -no se incluyen la delegaciones municipales-, 46 son los municipios que cuentan con PP, de los cuales 10 son capitales provinciales. Si nos detenemos en la cantidad, el número puede resultar escaso, pero es importante repasar la evolución que las experiencias han ido teniendo. Como ya se dijo, hay que remontarse a 2002 para encontrar en Rosario al primer municipio que aplicó PP y hasta el año 2006 se habían sumado solamente 8 distritos, pero a partir de 2008 fue creciendo la cantidad de nuevos municipios en incluir entre sus políticas públicas al PP. Al respecto, Caruso explicó que "lo que hemos observado es que el crecimiento de experiencias se detiene en los años electorales, 2007 y 2011 fueron años de poco nacimiento de municipios con PP, pero en 2008 y ahora en 2012 el crecimiento es muy fuerte". Este ímpetu que ha tomado la iniciativa en el país quedó también plasmado con la creación en el año 2008 de la Red Argentina de Presupuesto Participativo que está integrada por la Secretaría de Relaciones Parlamentarias de la Jefatura de Gabinete de Ministros y la Secretaría de Asuntos Municipales del Ministerio del Interior, además de 34 municipios que ya aplican PP y la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS).
El universo de municipios que aplica PP es heterogéneo. Hay grandes distritos en donde la cantidad de habitantes supera 1,5 millón y otros en donde no llegan a 20 mil pobladores, o aquellos que son agropecuarios contra otros metropolitanos, en todos funciona el PP ya que el fin último convoca a los vecinos con vocación de cambio. En tal sentido, Caruso destacó que "es relevante y significativo sumar la cantidad de población de cada uno de los municipios que tienen PP, entonces vemos que hay casi 11,5 millones de habitantes que residen en distritos donde está la posibilidad de discutir recursos públicos de manera colectiva".
Dificultades
Los municipios que deciden aplicar el PP deben ante todo darle la entidad de política pública y consecuentemente la dedicación necesaria para una correcta implementación de cada una de sus fases que conlleve a un óptimo resultado.
Una de las cuestiones centrales de la experiencia de PP es que la estructura del Gobierno local esté consustanciada con la iniciativa.
En cuanto a las dificultades que pueden existir al momento de su implementación, Caruso afirmó que "el PP es una política pública de complejidad relativa importante porque estamos hablando de un ciclo que se transcurre en meses, desde principio de año hasta octubre o noviembre que es cuando el Ejecutivo de una ciudad tiene que enviar al Concejo Deliberante el Presupuesto para que lo evalúe y lo apruebe o no".
Los fondos municipales destinados al PP varían de acuerdo con las distintas experiencias, aunque en promedio se asigna entre el 1% y el 1,5% de los recursos totales.
Al respecto, Caruso realizó una explicación que arroja más luz sobre lo que significa para un municipio destinar ese porcentaje a esta iniciativa.
"Los gastos de un presupuesto estatal tienen fundamentalmente dos capítulos, gasto fijo o corrientes y los de capital o inversión. Hay municipios en donde es muy alto el porcentaje comprometido en gastos fijos, llegando inclusive al 80% del presupuesto; lo que queda para capital o inversión es poco, entonces ese 1% puesto en relación con ese 20% es importante", enfatizó.
Objetivos
Hasta el momento, el Programa de Presupuesto Participativo de la Nación, es la única iniciativa de gobiernos superiores que funciona en el país, ya que ninguna provincia cuenta con una acción similar de apoyo a los municipios. La intención de esta iniciativa es disponer los mecanismos de capacitación y de respaldo para los distritos que quieren incursionar en el PP así como para aquellos en los que ya está funcionando pero cuya aplicación es perfectible.
En cuanto a los desafíos futuros, Caruso planteó tres aspectos centrales: "Primero buscamos garantizar la continuidad de las experiencias ya que algunas se discontinúan. En segundo lugar, apostamos por el cambio de escala, es decir, que más municipios apliquen PP y por último contribuir a mejorar la calidad de las experiencias. En calidad incluyo la incorporación de criterios de justicia distributiva para la asignación de los recursos. Es decir, si tengo una ciudad dividida en cinco zonas y tengo 10 pesos de PP, que la distribución de esos fondos sea en función de indicadores que tengan que ver, por ejemplo, con necesidades básicas insatisfechas, con población bajo la línea de la pobreza, cantidad de población, nivel de carencia de infraestructura y de servicios, estos indicadores que apuntan a que la distribución sea mayor hacia los que más lo necesitan. Hay experiencias que esto no lo tienen y de esa forma lo que se hace es consolidar una situación de desigualdad de origen".
Fuente: Ambito Financiero
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