En la Argentina, las provincias dependen cada vez más de los fondos nacionales, en un contexto donde las cajas son menos abultadas que en los años anteriores.
Según un informe de la consultora Labour, Capital & Growth (LCG), en La Rioja, Santa Cruz y Santiago del Estero la participación del Gobierno en los gastos supera el 60%. Otras cifras indican que durante la administración kirchnerista (2003-2011) las transferencias del Ejecutivo llegaron a rozar casi un cuarto del gasto provincial en salarios y jubilaciones, siendo así el mayor de su estructura de egresos. Estos números asoman como alarmantes, más si se tiene en consideración que en los años ‘90 las emisiones de capital representaban sólo un 7% del total de los gastos en las provincias.
“Desde 2003 hasta 2011, las provincias cedieron recursos a la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) por 58.000 millones de dólares y perdieron otros 15.000 millones de dólares por la no coparticipación del 70% del impuesto al cheque”, se aclara en el estudio de la consultora.
En este marco, no llama la atención que Santa Cruz haya resultado ser la más beneficiada al recibir 9.000 dólares per cápita desde 2003, el doble de lo recibido por La Rioja -la segunda más beneficiada- y cuarenta veces más que la Ciudad de Buenos Aires -la más perjudicada-.
También vale la pena señalar que, más allá de la colaboración financiera del Gobierno, la situación fiscal de las provincias quedó en rojo durante el año pasado, un escenario totalmente diferente al experimentado en 2010, donde las cuentas no fueron tan ajustadas: en 2011, el gasto en personal se incrementó un 38% y el déficit primario totalizó 8.300 millones de pesos, lo que se traduce en un 0,5% del PBI. Y para este año, las estimaciones de los especialistas dejaron en claro que los índices serían similares a los mencionados anteriormente, complicando la frágil estabilidad de las cajas
provinciales.
Fuente: Diario Hoy
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