Si bien solo marca una tendencia, la coparticipación durante la primera quincena de enero cerró con un crecimiento importante, lo que podría llegar a representar un alivio financiero para el Chaco de mantenerse el ritmo actual.
Hasta el viernes, fecha de corte para hacer el análisis, habían ingresado más de 217.000.000 de pesos, cifra que representó un crecimiento interanual del 33 por ciento respecto de los ingresos computados durante el año pasado.
Esto muestra una mejoría en relación con el mes pasado, pero a nivel nacional las consultoras privadas aún dudan sobre un incremento de la actividad económica e insisten en un escenario de tormenta por la merma de la recaudación.
De igual manera para la provincia los ingresos del primer trimestre del año serán la clave para determinar entre otras cosas los incrementos salariales que se podrán sostener durante todo el ejercicio.
El martes pasado el gobernador Jorge Capitanich trató de despejar la incertidumbre ratificando que no habrá déficit fiscal y señaló que los recursos crecerán de acuerdo con lo previsto.
Sin embargo, varios sectores insistieron en remarcar que aún la provincia no pagó las deudas que mantiene con proveedores, en particular con los prestadores de la obra social de los estatales.
Panorama sombrío
Recientemente la consultora Economía y Regiones sostuvo que la administración de la escasez será un desafío mayor y más difícil para los gobernadores que para el poder central, porque el enfriamiento del nivel de actividad afectará más a las provincias que a la Nación.
“Por el lado de los recursos, el 95% de los ingresos tributarios de las provincias son sensibles al nivel de actividad, mientras que sólo el 62% de la recaudación nacional es función de la evolución de la tasa de crecimiento”, determinó.
“De esta manera, en 2012 y como resultado del menor dinamismo económico, la tasa de crecimiento de los recursos tributarios de las provincias sería menor que la tasa de crecimiento de la recaudación en la esfera nacional, aun contemplándose las reformas tributarias ya aprobadas, que significarán ingresos adicionales por $3.500 millones”, mencionó.
“Las provincias tienen menor capacidad que la Nación para manejar la escasez, ya que el gasto flexible a la baja es mucho menor que el gasto público recortable en la esfera nacional. En otras palabras, en un marco de menor crecimiento e ingresos tributarios menos dinámicos, la Nación tiene mayor capacidad que las provincias para ajustar su nivel de gasto y, por ende, amortiguar el deterioro de sus resultados fiscal y financiero”, agregó.
Economía y Regiones también anticipó que de “no revertirse el panorama de la sequía habrá una merma recaudatoria de 1.000 millones de pesos anuales sólo en concepto de retenciones, de los cuales $200 millones serían afrontados por las provincias a expensas de un menor flujo de transferencias del fondo sojero”.
Fuente: Diario Norte
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