Se trata de la señora Carolina Juárez (34), quien circulaba en su moto en compañía de su hija menor de edad. El auto cruzó avenida Alem por Caudillos Riojanos y las motociclistas dieron con sus cuerpos en el parabrisas del vehículo.
Un nuevo accidente de tránsito que no se convirtió en tragedia por milagro sacudió la habitual calma de la siesta capitalina. Una mujer que conducía su motocicleta acompañada de su hijita menor de edad, las dos con los cascos reglamentarios correctamente colocados, no pudo evitar el encontronazo con un automóvil que se le cruzó en forma imprevista. A raíz del tremendo encontronazo, las dos ocupantes de la motocicleta literalmente volaron y una de ellas fue a dar con su cuerpo en el parabrisas del automóvil. Rápidamente fueron asistidas por una ambulancia de la Emergencia 107, cuyos profesionales decidieron trasladarlas al hospital Enrique Vera Barros, donde minutos después se constató que solamente habían sufrido lesiones leves. Por fortuna el espectacular accidente no provocó víctimas ni heridos de gravedad, pero podría haberse convertido en una tragedia si la madre y su hijita no circulaban con el caso reglamentario.
Fue ayer, a las 14.00, en la esquina de las avenidas Alem y Los Caudillos, es decir apenas pasando unos metros el puente sobre el Río Tajamar, que le cambia el nombre a la calle Lamadrid por avenida Alem.
Espectacular
A esa hora, por Lamadrid en sentido Sur a Norte circulaba una motocicleta Brava Nevada 110cc, negro, dominio HLI-768, conducida por la señora Carolina Juárez (34), quien lo hacía en compañía de su hija menor de edad, ambas del barrio Antártida IV. Un detalle significativo es el hecho de que tanto la madre como la pequeña circulaban en la motocicleta con el caso reglamentario correctamente colocado.
Por causas que se tratan de establecer, apenas sobrepasó el puente y la motocicleta ingresó a Alem, chocó con un automóvil marca Renault Clío, color gris, dominio GMI-551, conducido por Claudio Gabriel Rivero (27), del barrio 25 de Mayo Norte.
Al parecer, la motociclista no tuvo tiempo de evitar el encontronazo, en virtud de que el automóvil apareció en forma imprevista lo que le impidió efectuar alguna maniobra para esquivarlo.
Lo concreto es que a raíz del tremendo encontronazo, los cuerpos de las motociclistas literalmente volaron algunos metros, hasta que uno de ellos cayó sobre el asfalto, en tanto que la otra fue a dar contra el parabrisas del automóvil.
Por fortuna, no sufrieron heridas de gravedad y por el contrario apenas trasladadas al hospital se constató que tenían lesiones leves.
Fuente: Nueva Rioja
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