9 de Noviembre de 2011 - Independencia

La Rioja-Patquía: Jóvenes en riesgo pese a controles y recomendaciones

Pérdidas de dientes, laceraciones en el cuerpo y hasta la desfiguración de la cara por las continuas caídas de la moto no son suficientes para tomar conciencia sobre los riesgos de conducirlas sin casco o a gran velocidad.

Los controles policiales no surten efecto y tampoco las recomendaciones. Ni los hijos ni los padres parecen reaccionar positivamente.

Estos últimos reaccionan airadamente cuando la Policía retiene las motos de sus hijos porque andan sin casco o han estado haciendo carreras o malabarismo entre vehículos. Acusan a los agentes de perseguir su niños, adolescentes o jóvenes o de que "los tienen entre ojo" o "en la mira".
La mayoría de estos jovencitos son los que participan en carreras, picadas o en exhibiciones en las que dos motos se colocan una al lado de la otro y un tercer ocupante se para entre las dos. Los riesgos son indudablemente demasiados.
Conducir una moto o un auto en estado de ebriedad es otro de los inconvenientes que se ve con frecuencia, pero el jefe policial justifica que no se los detiene porque eso significa perseguirlos con los riesgos de que algunos atropellen a otras personas. En estos casos uno de los lugares más peligrosos que usan los conductores para alcanzar mayor velocidad y realizar los característicos trompos es el playón de la terminal.
Todas estas situaciones se viven durante toda la jornada, en especial a la tarde y a la noche sin que se tengan en cuenta los cursos sobre el uso del casco, las velocidades permitidas por las normas de tránsito y otros consejos dados a menores y mayores, porque ni unos ni otros les dan la menor importancia.
Se sabe que unas 150 motos estarían circulando en toda esta localidad, en diferentes cilindradas, la mayoría conducida por menores que enfrentan la vida como si fuera una gran diversión en la que los riesgos y las consecuencias sólo las padecen "los más pavos" y aunque muchos comenten que la sociedad está preocupada esto no parece ser así pues la sociedad está compuesta precisamente por los propios jovencitos, sus padres, abuelos, tíos, maestros, vecinos y amigos que a su vez son los conductores de las vehículos en algún momento.
 
Fuente: Nueva Rioja