LaRiojaMunicipal

5 de Mayo de 2012 - Jujuy

Jujuy-Además de recursos, las comunas necesitan una mayor eficiencia

Coparticipación municipal, el concepto que impera sobre el espacio político vernáculo y que este año se instaló con inusitada consistencia, constituyéndose en muy poco tiempo en agente disparador de un debate generalizado que hasta aquí logró aglomerar, aunque no coincidir, la visión de oficialistas y opositores.

El concepto de la coparticipación hoy surge desde las comunas como un elixir de potentes cualidades curativas a sus males financieros, casi como única opción para un futuro de mayor ventura para las actualmente empobrecidas arcas municipales. El año pasado, el tema fue tomado decididamente por el radicalismo, que recientemente presentó un proyecto de ley que privilegia a los grandes conglomerados y que hoy procura ponerse a la cabeza de un proceso de discusión, incuestionablemente necesario y oportuno por donde se lo mire, tanto así que el mismo gobernador Eduardo Fellner le dedicó amplios conceptos ante la Legislatura al inaugurar las sesiones ordinarias 2012, proponiendo espacios de debate para construir desde el disenso una alternativa de distribución de recursos justa y responsable, que de manera integral responda a los requerimientos de los jefes comunales y, al mismo tiempo, tenga resultados financieramente sustentables.
Desde ya, los medios que actualmente el Estado provincial derrama sobre los municipios, siguiendo estrictamente pautas establecidas por las disposiciones legales vigentes en la materia, pueden resultar insuficientes, ya sea por su naturaleza cuantitativa o por la laberíntica situación social, política, financiera e institucional en que se encuentran las comunas y que las sucesivas administraciones se encargaron de germinar y abonar.
No pocas jurisdicciones municipales atraviesan jornadas de ánimos caldeados, algunas de ellas con gobiernos nacidos en diciembre, con nuevos nombres y con nuevos perfiles políticos, a partir del pronunciamiento de las urnas materializado en octubre último, pero al mismo tiempo con problemas viejos, de arrastre y de larga data. Son jornadas que están desnudando condicionantes que inciden sobre quienes cargan sobre sus espaldas la responsabilidad de administrar, de sacar a relucir nervios de acero en medio de la tormenta, de gestionar con tolerancia y de hacer gala de su cintura política para ajustar las clavijas en el necesario proceso de ordenamiento y saneamiento administrativo que las municipalidades piden a grito pelado, porque sencillamente ya no soportan más desaciertos desde el ejercicio de cargos ejecutivos y parlamentarios. Sobran en el interior provincial los casos que patentizan la desorientación política que, indefectiblemente, conlleva procesos que suelen ser caóticos, desbordantes, desmesurados y controvertidos.
Ahora bien, los jefes comunales fueron convocados por el Ejecutivo provincial, a través de su cartera de Hacienda, a ser artífices del futuro de las comunidades que representan. Criteriosamente, el gobierno sentará en una misma mesa a intendentes y comisionados para cosechar sus respectivos puntos de vista y expectativas en torno a la pretendida ley de coparticipación, en un saludable ejercicio democrático, de apertura para garantizar equidad. Se sabe que los problemas estructurales instalados en los distritos comunales guardan estrecha vinculación unos con otros, pero al mismo tiempo también se sabe que las soluciones pueden no ser las mismas. ¿Cómo establecer principios de imparcialidad y justicia? ¿Cómo compatibilizar las pretensiones de San Salvador de Jujuy y Humahuaca, por ejemplo, siendo ciudades con realidades disímiles, tanto en su administración, como en su proyección de crecimiento? ¿Qué cualidad privilegiar para dar a cada uno lo que merece? ¿Qué camino seguirán los municipios para afrontar los desafíos resultantes de la nueva ley en materia de recaudación? Algunos de los múltiples interrogantes que detona uno de los debates más esperados en los últimos meses, una discusión que la dirigencia política en general procura viabilizar y que el gobierno no esquiva, dispuesto a hacer respetar la autonomía municipal consagrada en la Constitución de la Provincia.
Queda más que claro entonces, que la largamente invocada coparticipación puede ser una bocanada de aire fresco a las castigadas administraciones municipales, pero indudablemente no es la llave exclusiva que abre las puertas al crecimiento. Los actores de cada entramado municipal, además de exponer el legítimo pedido por más medios financieros, tienen que mostrar con hechos que son capaces de incentivar una evolución política, la propia y la ajena. Tienen que renovar compromisos para transparentar los actos de gobierno, las finanzas y todo aspecto administrativo. Sin lugar a dudas, habrá quienes nieguen responsabilidades o miren para el costado, pero no podrán eludir esta obligación que les demanda la comunidad. Al mismo tiempo, a esa misma comunidad le cabe el deber de fortalecer el pedido por una profunda mutación en el modo de sentir y de proceder, erigiéndose en motor del proceso de reconstrucción de creencias, de ideales y de participación ciudadana pensante, activa, comprometida y sostenida.

Fuente: Pregón on line

URL NOTA: http://www.lariojamunicipal.com.ar/index.php?modulo=notas&accion=ver&id=15194