“La letra es clara y contundente, sólo que nadie la había leído hasta ahora”, confiesa el intendente Germán Alfaro. Desde hace una década está vigente el decreto municipal 4.854, por el cual la Capital debe administrar el teatro ubicado en el predio del ex Mercado de Abasto, inaugurado en mayo de 2014 y que fue construido anexo al hotel Hilton Garden Inn, empresa que se encarga de su alquiler. 

A fines de julio, la firma Central Tucumano acordó ceder la gestión de este espacio cultural al municipio. La norma tendrá principio de ejecución a comienzos de la próxima semana, cuando la Municipalidad rebautice el teatro con más de 280 localidades y el espacio de exposiciones con el nombre de una de las actrices más queridas de la provincia: desde las 20.30 del lunes, pasará a llamarse Rosita Ávila.

“Siempre hay algún funcionario que revisa papeles y en el viejo pliego de bases y condiciones del llamado a licitación para levantar el complejo en el ex mercado, se establecía como condición que se haga una sala teatral de propiedad municipal. Ahora lo estamos haciendo cumplir. Sumamos un espacio hermoso para los vecinos, con el desafío de mantenerlo en ese estado y darle vida”, sostiene Alfaro.

El intendente resalta que la idea de contar con un centro cultural le venía rondando desde antes de asumir el cargo. Originalmente, el proyecto era crearlo en el deteriorado predio de Buenos Aires primera cuadra, donde hace años funcionó la Dirección de Tránsito, a un costo de unos $ 16 millones. “Viajé a Buenos Aires y me reuní con varios funcionarios nacionales de Cultura, pero era muy complicado. Con la sala en el ex Abasto se desactiva esta idea, pero se podría destinar el lugar para montar talleres artísticos”, aclara.

Si bien se acordó el traspaso, hasta diciembre habrá un período de transición, ya que Central Tucumano tiene alquilada la sala teatral en la mayoría de sus fechas para eventos privados. Los ingresos quedarán en las arcas de esa firma; a partir de enero, el Estado municipal tendrá todo el control, lo que implica además la transferencia de los servicios. La idea de que, desde el origen, el ala cultural y artística era autónoma del resto del edificio se evidencia incluso en el acceso directo por Las Piedras al 1.500, donde se está trabajando para cambiar el nombre.

“A la ciudad le hace falta un espacio de este tamaño y naturaleza que estará destinado a los artistas independientes, los que no tienen un lugar de esta jerarquía para expresar su talento ni su capacidad. Tucumán es una plaza de grandes producciones y vamos a crear un consejo asesor con gente de la comunidad de la cultura para definir una programación”, señala. Una de las ideas en marcha es crear una Comedia Municipal para representar obras de distintos géneros, aunque no se definió si será un elenco estable o rotativo por propuesta, con la idea de que recorran los barrios aparte de tener su base en la nueva sala.

Alfaro justifica su decisión de avanzar en este campo en que “el municipio no tan sólo es servicio y obras públicas, no es únicamente cordón cuneta o pavimento, sino la familia grande de cuya armonía somos responsables; hay que fomentar la amabilidad y la vecinalidad, y el arte puede hacer mucho para ser menos agresivos entre nosotros y poder reencontrarnos”.

Para la inauguración, junto a Rosita Ávila estará Pepe Soriano, quien el martes presentará su unipersonal “Contando”, integrado por distintos personajes que interpretó en su carrera. Sin embargo, el perfil de la sala no será recibir obras de afuera. “Quiero que sea especialmente ocupado por artistas tucumanos del teatro, la danza, la música y el cine. Somos conscientes de que la política cultural no es una grilla de obras de distintas cosas, sino algo mucho más grande que responda a las necesidades de la gente, que no siempre son las de los políticos, reclamos que los militantes debemos saber leer y atender”, concluye.

 

Fuente: La Gaceta Tucumán