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11 de Junio de 2013 - Ambiente

Bs. As.-La Ciudad reclama preservar el patrimonio forestal que enriquece la calidad de vida

La Plata.- Así como en varias ocasiones se han valorado como positivas las campañas de reforestación impulsadas desde la Municipalidad local, en lo que resultaron ser acciones destinadas a preservar y acrecer el patrimonio forestal de nuestra ciudad, no puede menos que lamentarse ahora la negativa reaparición de talas clandestinas en distintos puntos del casco urbano y la periferia. Tal como quedó evidenciado en una reciente nota publicada en este diario, las agresiones contra el arbolado avanzaron en muchos barrios.

Talas, mutilaciones desmedidas y no autorizadas, podas excesivas y otras formas de ataque pusieron de relieve la absoluta desprotección del arbolado ante los intereses de particulares, comerciantes o emprendedores inmobiliarios que apuestan a la clandestinidad -y la posterior impunidad- para ejecutar acciones penadas por las normas vigentes. 
Frondosos tilos eliminados del frente de una torre en construcción, con los troncos aserrados a medio metro del piso, en perfecto estado fitosanitario, sin huecos ni desgajamientos, causaron la sorpresa e indignación de muchos vecinos, en una zona altamente transitada. También en la zona céntrica aparecieron árboles “anillados”, un procedimiento que busca provocar la muerte de los ejemplares en el mediano plazo. 
Como se indicó en la reseña, se trata tan sólo de casos ejemplificativos de un descontrol injustificable. Se sabe que hace dos años un relevamiento oficial advirtió que uno de cada tres frentes del casco urbano local carecía de árboles. 
Más allá de los informes comunales, acerca de que se apuesta a la plantación masiva de retoños –se dijo, por caso, que en las próximas semanas se repondrán los naranjos sobre las calles 11 y la 47, y que se reforestarán otras avenidas y calles-, importa ahora poner el acento en la debida preservación del arbolado existente. 
Bien se conoce que el arbolado platense sufrió, en el curso de muchos años, un deterioro tan gradual como sostenido, disminuyendo la cantidad de sus ejemplares hasta llegarse al punto de que un relevamiento realizado no hace muchos años por especialistas de la facultad de Agronomía determinó que en La Plata faltaban, cuanto menos, 15 mil árboles, para poder mantener así la excelente ecuación de árbol por habitante que mantuvo a lo largo de décadas, desde su fecha de fundación. 
Lo cierto es que, a partir de una incomprensible desidia de no pocas administraciones, se abrieron, por así llamarlas, alternativas indeseables, tales como la realización de podas mutiladoras o, directamente, las talas clandestinas que causaron gravísimos daños tanto en el casco céntrico como en la periferia. La falta de muchos árboles en las veredas –que pertenecen al dominio público y no a los frentistas- se hace sentir. 
De allí la importancia que adquiere la mejor preservación posible del patrimonio forestal platense, que forma parte de la mejor identidad ciudadana. Y que, fundamentalmente, cumple con una función ambiental que cada día es más básica para enriquecer la calidad de vida. 
 
Fuente: El Día

URL NOTA: http://www.lariojamunicipal.com.ar/index.php?modulo=notas&accion=ver&id=23552