Un verdadero papelón, protagonizaron ayer un móvil y una grúa pertenecientes a la Municipalidad de Capital, cuando un inspector, aplicó con severidad la ley, labró la multa y ordenó el retiro de una camioneta afectada al SUSPE, que se encontraba estacionada en infracción, en una vía rápida. Debió intervenir la Policía para evitar una gresca entre los empleados.
Sucedió ayer de mañana en pleno centro de la Ciudad de los Naranjos y se convirtió en la noticia más insólita de la jornada.
Se sabe que la municipalidad de la Capital realiza en forma diaria controles de tránsito en distintos sectores, para lo cual se movilizan con la grúa con el objetivo de levantar todo vehículo que entorpezca la circulación y por ende multar a los responsables.
Un inspector municipal, encargado de velar por el cumplimiento de las normas de tránsito y la prevención de eventuales accidentes, se convirtió en un protagonista exclusivo de un suceso que resultó paradójico y que despertó risas, burlas y cuantos otros calificativos.
El hecho se desencadenó sobre la calle Belgrano al 50, frente a la sede del Colegio de Escribanos. Como se sabe esta arteria es parte de las vías rápidas, pero ocurrió que un móvil, Legajo Nº 227, de la municipalidad afectado al SUSPE, su conductor decidió estacionar en ese lugar, quizás a la espera de cumplimentar algún trámite oficial.
Ocurrió que por esas cosas del destino circulara a esa misma hora por ese sector la grúa municipal, Legajo Nº 247, y el inspector a cargo del mismo observó el móvil aparcado en una calle que está prohibido el estacionamiento.
El inspector responsable de la custodia del tránsito, bajó de la grúa con talonario en mano, lanzó al aire el consabido silbato de alarma pero en apariencia desde el otro móvil nadie hizo caso a la advertencia.
Entonces sin más trámite ordenó al chofer de la grúa que hiciera las maniobras para levantar al móvil estacionado en forma incorrecta, y mientras confeccionaba el acta respectiva de repente se despertó la ira al aparecer en escena el conductor de la camioneta en infracción.
A partir de ese momento se originó una agria discusión entre los propios empleados municipales, cada cual con su argumento pero ninguno cedía en su posición, mientras que ocasionales transeúntes y mirones se acercaban a la escena para ver la insólita pelea, lo que despertó las risotadas y burlas de la mayoría de los selectos espectadores.
La cuestión no terminó allí pues a los pocos minutos apareció en escena la Policía que no podía creer lo que estaba ocurriendo, motivo por el cual debió intervenir para apaciguar los ánimos y poner un poco de tranquilidad.
La intervención policial no impidió que la grúa consumara su cometido pues levantó al móvil en infracción y lo trasladó hacia el corralón municipal a la espera del responsable del SUSPE, José Rosa abonara la correspondiente multa y procediera a retirar al móvil.
Todo terminó cuando los protagonistas se desconcentraron, el tránsito volvió a la normalidad y uno de los ocasionales testigos comentó con un buen sentido del humor: ¿Cuál es el colmo de un inspector de tránsito? Poner orden en las vías respiratorias.
Fuente: El Independiente
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