LaRiojaMunicipal

30 de Agosto de 2012 - Mendoza

Mendoza-El funcionario discapacitado que quiere ser legislador y no puede

Es Germán Ejarque, titular del Consejo Provincial de las Personas con Discapacidad, a quien la Constitución local se lo impide, en contra de la Carta Magna nacional y tratados internacionales.

San Martin. Es un funcionario eficaz. Asumió en enero y en estos meses ha logrado mucho más que otros en años. Nació con distrofia muscular y transformó su discapacidad en virtud para entender mejor que nadie cuáles son las necesidades más urgentes de las personas que, como él, se topan diariamente con un mundo hecho para “normales”. Podría darse por satisfecho, pero aspira a más. Irónicamente, la igualdad de oportunidades y de trato por las que lucha diariamente no rige para él, según la Ley. Su sueño de ser legislador provincial es por ahora una meta inalcanzable, ya que la Constitución de Mendoza dice fríamente: “No pueden ser miembros de las cámaras legislativas (…) los afectados por incapacidad física”.
Ejarque tiene 34 años. Es contador público –“siempre trabajé en recursos humanos”– y milita en política desde los 18. A principios de año asumió como titular del Consejo Provincial de las Personas con Discapacidad.
En Mendoza se ha trabajado mucho en los últimos tiempos para mejorar el sistema de asistencia a personas con discapacidad y también para su inclusión. Por eso puede sostenerse que es un funcionario capaz y que su aspiración manifiesta de candidatearse a legislador provincial en los próximos comicios está justificada y apoyada en objetivos cumplidos. Pero el artículo 65 de la Constitución provincial es tajante.
Para Ejarque, “ésa es letra muerta” que “viola el inciso 23 del artículo 75 de la Constitución nacional”, que garantiza la igualdad real de oportunidades y de trato, y el pleno goce y ejercicio de los derechos de las personas con discapacidad. “Ésta es una prohibición dictada en 1916, en un contexto social en donde la discapacidad se veía como un castigo de Dios y en donde había que prescindir del discapacitado y dejarlo en un depósito en donde no podía interactuar. Hoy vivimos en un modelo distinto”, afirma.

Ironía
Es irónico que quien más ha logrado para las personas con discapacidad en los últimos años esté impedido de postularse a un cargo electivo por su condición de discapacitado.
Con la estrecha colaboración de instituciones y personas que trabajan desde hace años en esta área, Ejarque ha conseguido desde la construcción de rampas en las esquinas hasta que las personas no deban viajar hasta la capital provincial para obtener un medicamento y sólo tengan que ir hasta el hospital de cabecera de su zona.
“Había pocas plazas con juegos para personas con discapacidad. Apenas había dos en Godoy Cruz, una en Ciudad y otra en Tunuyán. Ahora, en el Este, hay en Junín y están próximos a inaugurarse seis juegos en el polideportivo de Rivadavia”, contó Fernando Alin, uno de los colaboradores de Ejarque en esa zona.
Además, en esta región, también se ha licitado la construcción de baños especiales en la Terminal de Ómnibus de San Martín, hay entrega de medicamentos y atención diferenciada en los hospitales Perrupato y Saporiti, se ha remodelado el consultorio odontológico que funciona en CADIM y se firmó un convenio con un centro privado para efectuar consultas y atención oftalmológica.
Incluso, dentro de diez días, la Dirección de Vías y Medios de Transporte de la Provincia comenzará a pintar los sectores reservados para discapacitados en cada ciudad del Este, áreas que hasta ahora no existían en la región.
Y también se han obtenido algunos beneficios que podrían verse como secundarios pero que tienen enorme importancia al momento de la integración. Antes, los discapacitados sólo tenían 12 entradas para asistir al acto central de la Fiesta Nacional de la Vendimia, que eran sectores preestablecidos. Ahora disponen de más de 10.000 boletos para esa noche y las repeticiones, y pueden elegir en dónde ubicarse.

“Igual o mejor”
“¿Me podrías llamar en cinco minutos? En este momento me están bajando del auto”. Son las 14 y Valeria Chavarría (31) está llegando a su casa después de otro día de trabajo en el área de Protocolo de la Legislatura, adonde ingresó hace cinco años de la mano del entonces vicegobernador, Cristian Racconto.
Nació con osteogénesis imperfecta, más conocida como el síndrome de los huesos de cristal. “He tenido 300 fracturas. La última fue de tibia y peroné”, dice cuando finalmente puede atender la llamada.
“En la Legislatura trabajamos una decena de personas que tenemos distintas discapacidades, y puedo asegurar que lo hacemos igual o mejor que muchas personas que no padecen ninguna”, sostiene.
“Hay gente acá que cobra sin hacer nada. En cambio, no hay una sola persona con discapacidad que no se esfuerce en su tarea y también colabore en otras actividades pese a que no estén dentro de su función”, remarca.
Además de trabajar, Valeria se ha recibido de licenciada en diseño. Su tesis fue el desarrollo de un proyecto para construir un loft en donde pueda vivir, sin ayuda de terceros, una persona como ella. “Cuando terminé ese diseño tuve también que crear los muebles, ya que no encontré ninguno que se adaptara a nuestras necesidades”. Pero hay más: es activa integrante de la Asociación Mendocina de Osteogénesis Imperfecta (AMOI), “que atiende a 18 niños y que tiene como principal objetivo que se conozca esta enfermedad y que se la trate como corresponde, ya que hay casos en donde un chico que sufrió una fractura sufre otras por una mala atención inicial”.
Con respeto a la aspiración de Ejarque de ser legislador, Valeria dice: “Es un hombre muy capaz, muy trabajador y con mucho compromiso, que desempeñaría ese cargo con enorme eficiencia”.

“Es contrario a toda normativa”
Celso Cerda tiene discapacidad motora y trabaja en el área de Promoción Social de la Dirección de Discapacidad de la Provincia. Además ha terminado de cursar la carrera de derecho y le falta rendir solo tres exámenes finales para recibirse.
“Hay que eliminar este artículo; es contrario a toda normativa”, sostiene. Cerda analiza que “hay un avance en integrar a las personas con discapacidad, pero todavía hay reticencia en que un discapacitado sea funcionario o pueda tomar decisiones que involucren a toda la comunidad. Esta reticencia ya está casi superada en el Primer Mundo, pero todavía falta mucho para que esto ocurra en el resto del planeta”.
También cuenta: “Mantengo contacto fluido con gente de Brasil, donde hay legisladores e intendentes que tienen alguna discapacidad y que ejercen su cargo como cualquiera”.
Con respeto a la posible postulación de Ejarque, sostiene que “se daría un proceso político interesante”.
Pablo Gullo es licenciado en letras, publicó varios libros y fue concejal de Junín en el período 2006-2010. En 2001 sufrió un absurdo accidente automovilístico, se lesionó la columna vertebral y no volvió a caminar.
“No tuve ningún impedimento legal ni físico para ejercer el cargo de concejal”, cuenta, pero reconoce que “no sabía sobre el artículo que impide ser legislador provincial”.
Cuando asumió como edil, la Comuna instaló un elevador que le permitió a Gullo subir en silla de ruedas al primer piso –en donde funciona el Concejo– y realizó algunas otras adaptaciones menores al edificio.
“La ley debe ser interpretada, y me parece que este artículo, además de que la Constitución provincial es de 1916, se refiere a una incapacidad física que impida ejercer la función, y no es el caso de Ejarque”, dice.

Fuente: Diario Uno

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