Los siniestros de tránsito registrados el año pasado dejaron casi un centenar de muertos en nuestra Provincia. Más del 60 por ciento de las víctimas, viajaba en motocicletas cuando sufrió las lesiones fatales. La ausencia del casco estuvo presente en casi todas las tragedias.
El 2011 fue un año récord en tragedias de tránsito. Como publicó EL INDEPENDIENTE en un informe especial, fue el año en que más víctimas fatales se registraron por este flagelo, en la última década.
De acuerdo con los registros de este medio, 88 personas perdieron la vida como consecuencia de los siniestros viales entre el primer día de enero y el último de diciembre del año anterior. En la escala, le sigue como año más trágico el 2009, cuando la cantidad de fallecimientos cerró en 74, según los datos de la asociación civil "Luchemos por la vida". La diferencia está a la vista y es aún más alarmante si se toman las cifras oficiales de la Policía de la Provincia, que a través de los datos recabados por el departamento de Operaciones, revela un número aún mayor: 94 muertes por este mal.
Pese a los programas implementados con la finalidad de contrarrestar el flagelo, los resultados no fueron los óptimos. Si bien el programa "Tolerancia Cero" instalado por el Gobierno en el mes de agosto, se abocó sobre todo a la utilización de los elementos de seguridad, las muertes fueron en aumento en los últimos meses del año. Así, octubre fue el segundo mes más trágico, con 10 muertes, puesto que comparte con los meses de enero y marzo, y solamente superado por mayo, con un fallecimiento más.
La muerte en dos ruedas
Siguiendo con los datos estadísticos que lleva adelante este medio, fueron los motociclistas las principales víctimas fatales del año. En los doce meses, 54 personas perdieron la vida como consecuencia de las lesiones sufridas al protagonizar caídas, colisiones o choques, mientras viajaban en motocicletas.
Respecto del total de siniestros, significa un 61 por ciento. El dato es por demás significativo, sobre todo si se tiene en cuenta que, en la mayoría de los casos, las víctimas circulaban sin llevar debidamente colocado el casco de uso reglamentario.
A continuación, se encuentran los automovilistas, con un total de 14 muertes por choques y vuelcos.
En tercer lugar, se sitúan los peatones. Ocho personas murieron en 2011, al ser atropelladas por motocicletas o automóviles.
Luego, se encuentran los ocupantes de camionetas o utilitarios, con seis víctimas, seguidos por los ciclistas, con cinco fallecimientos y los ocupantes de camiones, con una muerte.
Tendencia repetida
En lo que lleva transcurrido el 2012, la tendencia parece confirmarse. De las seis personas que perdieron la vida en estas cuatro semanas del primer mes del año, cinco circulaban en motocicletas.
Proteger la cabeza para salvar la vida
La utilización del casco es obligatoria para todos los conductores de motocicletas y ciclomotores, según lo establece la Ley Nacional de Tránsito. Sin embargo, la norma no suele ser respetada, pese a su utilidad preventiva en los ocupantes de estos rodados.
De acuerdo con un informe de la asociación civil "Luchemos por la Vida", un casco reglamentario, debidamente colocado, disminuye los riesgos de muerte y de lesiones permanentes en las personas que sufren siniestros de tránsito.
Reseñando datos de la Oficina General de Contaduría de los Estados Unidos (GAO), los motociclistas que usan el casco tienen un 73 por ciento menos de mortalidad que los que no lo usan.
En tanto, el riesgo de padecer lesiones graves disminuye en un 85 por ciento en quienes lo llevan colocado.
Además, los cascos de motocicleta tienen una efectividad del 67 por ciento en la prevención de lesiones cerebrales, de acuerdo con el reporte de la Administración Nacional de Seguridad del Tránsito de Estados Unidos, según reseña el mismo informe. Así, los motociclistas que no utilizan el casco tienen tres veces más posibilidades de sufrir daños cerebrales que quienes lo usan.
Fuente: El Independiente