El kirchnerismo perdió ayer por una clara diferencia en su principal bastión, pese al fuerte apoyo económico que recibe la Comuna desde el Gobierno nacional. El intendente se había puesto al frente de la campaña electoral.
El intendente kirchnerista Camau Espínola recibió ayer un duro mensaje cuando las urnas indicaron un contundente triunfo del frente radical Encuentro por Corrientes (ECO) en las elecciones legislativas, lo que podría significar también una proyección negativa para los comicios del 23 de octubre, cuando la ciudad elegirá candidatos a concejales.
Espínola fue prácticamente el único intendente kirchnerista que perdió en su tierra, mientras que el resto de las Comunas gobernadas por el PJ pudieron salvar esa diferencia.
En el distrito Capital, que concentra el 35 por ciento del padrón electoral, el Frente para la Victoria perdió por 7 puntos, tanto en Diputados como en Senadores. Es un duro mensaje para el intendente y para Fabián Ríos como presidente del PJ, porque ambos se pusieron al frente de la campaña, con caminatas, encuentros y actos en los distintos circuitos. También contaron con la presencia del ministro de Economía, Amado Boudou, y pronunciaron todos los discursos, mientras que los candidatos a legisladores quedaron relegados en segundo plano en las demostraciones públicas.
Así las cosas, el gobierno municipal sufrió un duro golpe si se tiene en cuenta que el Municipio capitalino recibe fondos nacionales discrecionales, programas especiales de obras públicas como el caso de los planes de pavimentación de calles y la asistencia como el plan Argentina Trabaja.
A estos beneficios que recibe el intendente por el padrinazgo del bonaerense Daniel Scioli y su simpatía con la presidenta Cristina Fernández, hay que sumarle el gran aumento en los ingresos de coparticipación municipal que recibe de la Provincia, merced a la decisión del gobernador Ricardo Colombi de incrementar en un punto por año la participación de las comunas en el Presupuesto provincial.
Tres decisiones tomadas este año por el intendente, dos de ellas con alto impacto social, podrían tener que ver con estos resultados negativos para el kirchnerismo en el principal distrito electoral de la provincia. Por un lado, Espínola volvió a subir el costo del boleto del transporte urbano de pasajeros, llevándolo a 2 pesos, en una negociación con la empresa Ersa, que prácticamente monopoliza el sistema de colectivos. Por otro lado, hizo que sus concejales sancionaran la ordenanza tarifaria 2011, que no solo aumentó los tributos de la Caja Municipal, sino que también aplicó un nuevo gravamen en las ventas del comercio en general, generando un rechazo masivo por parte de los negocios de la ciudad.
Por si eso fuera poco, en los últimos dos meses, la gestión de Espínola se vio envuelta en un escándalo cuando volvió a demostrar su interés de negociar con las empresas vinculadas al grupo Ersa. Firmó un contrato directo por 1.800.000 pesos para alquilarle a Logística Urbana 32 camiones para recolectar los residuos, sin que el servicio tuviera un fuerte cambio cualitativo: los minibasurales continúan en las mismas esquinas de siempre en toda la ciudad.
Ahora, como líder del distrito, el intendente tendrá que rever su estrategia para no perder las elecciones a concejales que se celebrarán el 23 de octubre, aunque ese día el kirchnerismo local contará con la imagen de Cristina en la boleta.
Fuente: La República
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